Variedades de capitalismo e internet: calidad, equidad y soberanía de servicios de banda ancha en Chile y Uruguay
A pesar de representar modelos diferentes, Chile y Uruguay exhiben los mejores datos estadísticos de la región en acceso y calidad de banda ancha. En términos generales estos indicadores son correctos, sin embargo, cuando examinamos en profundidad los resultados aparecen diferencias significativas. Esta tesis investiga y describe esas diferencias hasta el año 2020; y al mismo tiempo elabora una explicación de los resultados a partir de la literatura sobre Variedad de Capitalismos. Desde este enfoque teórico fue posible caracterizar dos modelos bien definidos, uno liberal y otro coordinado, y develar las consecuencias de cada uno en términos de calidad, equidad y soberanía de la banda ancha. El encuadre teórico se sustenta en el enfoque original de Variedades de Capitalismos y las subsiguientes reformulaciones para América Latina. El trabajo con este corpus presentó algunas limitaciones que se buscó superar complementándolo con otras referencias teóricas, que integraran el rol del Estado y de las empresas públicas como variables explicativas de las diferentes configuraciones de los capitalismos. En tal sentido, se concluye que tanto un capitalismo liberal como uno coordinado puede generar un sistema de banda ancha moderno y eficaz. Sin embargo, un capitalismo liberal como el de Chile, con presencia dominante o absoluta de empresas privadas, tiende a generar un sistema de banda ancha dual en calidad e igualdad y con menor soberanía; mientras que un capitalismo coordinado como el de Uruguay, con presencia dominante de una empresa pública, tiende a generar un sistema de banda ancha con calidad media, mayor igualdad y mayor soberanía. Chile posee un modelo con altísimos niveles de calidad en banda ancha fija, accesible a algunos sectores de la población, y bajos niveles de banda ancha móvil para el resto, lo que genera una amplia brecha de banda ancha que se agrega a la baja soberanía que impone la infraestructura en manos de empresas privadas. Uruguay posee un modelo con niveles de banda ancha fija de calidad media, pero con alta cobertura de fibra óptica y una banda ancha móvil con velocidades cercanas a la banda ancha fija, a lo que se suma una reducida brecha de banda ancha y una alta soberanía por el predominio de ANTEL en el control de la infraestructura. |