Educar en libertad: Respeto, autonomía y pensamiento crítico en la primera infancia
Este libro nace de una convicción profunda: la infancia no es un campo vacío donde se siembran creencias, costumbres o verdades absolutas, sino un territorio fértil donde germinan la libertad, la dignidad y el pensamiento crítico.
Como docente de educación inicial, he sido testigo de cómo, muchas veces sin quererlo, los adultos proyectamos sobre los niños nuestras propias ideas, culturas, religiones y valores, como si ellos no fueran personas, sino recipientes por llenar. Pero los niños no son recipientes. Son personas en formación que merecen ser respetadas como sujetos activos, con capacidad de elegir. Esta frase no es solo una declaración; es una postura pedagógica y ética que me define.
A diario vemos cómo se obliga a niños pequeños a participar en actos religiosos, a usar trajes con los que no se sienten cómodos, o a aceptar sin cuestión ideas impuestas por la costumbre o la autoridad. Estas acciones, por comunes que parezcan, vulneran su derecho a la libertad, al respeto y al pensamiento propio.
Educar en libertad no es una idea moderna ni un lujo teórico. Es una necesidad urgente. Se trata de reconocer que incluso desde los 3, 4 o 5 años, los niños pueden opinar, disentir, elegir y expresar lo que sienten o piensan. El rol del adulto no es moldearlos a su imagen, sino acompañarlos en su camino, brindándoles herramientas para construir su identidad con autonomía.
Este libro no ofrece recetas, pero sí propone una manera distinta de mirar la educación: con más escucha, menos imposición; con más respeto, menos obediencia ciega; con más diálogo, menos adoctrinamiento. Está dirigido a docentes, familias y a todas las personas que creen en una infancia libre, consciente y respetada.
Si queremos formar ciudadanos críticos, debemos comenzar por respetar la libertad en la infancia. Y eso implica dejar de imponer nuestras creencias como únicas, nuestras costumbres como obligatorias, y nuestra mirada como verdad absoluta.
Este libro es una invitación a educar con justicia, con amor, y sobre todo, con libertad.